Según los cálculos del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina.
Aunque la veda no es total, el deterioro por la medida presidencial afecta a productores, trabajadores, empresarios frigoríficos, consignatarios y proveedores de insumos y servicios.
El Instituto de Estudios Económicos de esa entidad analizó las distintas variables que influyeron desde que el 15 de abril el Gobierno puso en marcha una serie de medidas para intervenir en el mercado ganadero.
Según ese trabajo, la cadena de ganados y carnes acumuló pérdidas por U$ S 1.084 millones, cifra que representa más de U$ S 8 millones por día de intervención.
«En 135 días de estas políticas, todos perdimos», lamentó la SRA, que puntualizó que dentro de los eslabones de la cadena, los productores asumieron el monto más grande, con U$ S 411 millones, mientras que en los frigoríficos las pérdidas alcanzaron los U$ S165 millones.
Respecto de la caída de la actividad ganadera entre abril y agosto de 2021, aquellos U$ S 411 millones se desagregan en: el menor valor real de la hacienda vendida durante el período, que sumó U$ S 202 millones; con el mantenimiento de los animales en stock se sumaron mayores costos de alimentación, sanidad y cuidado, por un subtotal de U$ S 80 millones; el costo financiero por mantener esos animales en stock otros U$ S 92 millones y las pérdidas por menor calidad y mortandad alcanzaron los U$ S 37 millones, por la prolongación del ciclo planificado.
Por su parte, las industrias frigoríficas perdieron ingresos por causa de la mala integración de la media res, generada por la prohibición de exportaciones de siete cortes y el acuerdo de cantidades y precios llevado adelante entre la industria y el Gobierno: entre ambos sumaron una merma de 165 millones de dólares, puntualizó la Sociedad Rural.
Y añadió que los trabajadores dejaron de ganar 59 millones de dólares atribuibles a los cambios de turnos y menos horas extras.
La entidad agropecuaria señaló además que con relación a las pérdidas generadas por la postergación de las ventas del período, las actividades conexas de la cadena -tales como matanza de animales, comercios mayorista, servicios empresariales y profesionales, bancos y servicios agropecuarios y comercio minorista- se dejaron de generar ingresos por U$ S 209 millones.
El monto de las exportaciones no realizadas en este período por el cierre parcial o total llegaron a los U$ S 240 millones, «además de la mala imagen del producto generada por la falta de cumplimiento de acuerdos comerciales», advirtió el informe.
Al respecto, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, afirmó que con la decisión del Gobierno «perdimos los productores, los trabajadores, los empresarios frigoríficos, los consignatarios, los proveedores de insumos y servicios, entre otros eslabones de la cadena». No se entiende por qué mantener cuotificada la exportación si nos empobrece a todos».
«Si el Gobierno llega a prorrogar el actual sistema de exportaciones, el presidente Alberto Fernández no solo no habrá cumplido con su palabra, sino que además le hará perder al país más de U$ S8 millones por día que decida mantenerla», alertó el dirigente.
Argentina es uno de los mayores consumidores mundiales de carne vacuna por habitante, con 45 kilos anuales; y, a su vez, es el quinto productor y el cuarto exportador mundial de carne vacuna.
Hasta la puesta en marcha de las restricciones, el país enviaba al exterior un 30 % de su producción, con exportaciones que en 2020 totalizaron 2.719,4 millones de dólares, motorizadas por la demanda de China.