Posadas, Misiones | NEA RURAL | Chaco, Corrientes y Formosa implementará una “veda extendida” en el río Paraná y Paraguay desde el 1 de noviembre; por su parte Misiones no adhirió a la propuesta. Desde Instituto de Ictiología del Nordeste dependiente de la UNNE aseguran que la veda de 45 días consecutivos anuales no tiene sostén, ya que hay otras variables biológicas que entran en juego en las especies presentes en los ríos de la región, la nueva metodología, suspende dos veces por semana las actividades y lleva a 104 días al año.
“Desde el 2011 venimos aplicando veda extendida en algunas zonas, dónde el pescador deportivo sabe que no puede pescar los días martes y miércoles”, explicó a NEA RURAL el subdirector del Instituto de Ictiología del Nordeste dependiente de la UNNE, Sebastián Sánchez
La medida fue acordada el pasado 11 octubre entre las autoridades competentes de cada provincia, y comenzará a regir en un “modo piloto” que se extenderá hasta el 20 de octubre de 2020. Momento donde se revisará la experiencia para decidir si se sostiene la modalidad. Por su parte Misiones no adhirió a la medida, por ende solo se aplicará en las costas de las provincias que estuvieron de acuerdo.
En Corrientes se aplicará en el Alto Paraná, desde la confluencia aguas arriba hasta finalizar el territorio de la provincia.
Las razones. La Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) lleva más de dos décadas estudiando la población de peces en las cuencas hídricas de la región NEA.
“Según nuestros estudios, los peces se están reproduciendo bien y no importa que la reproducción se dé antes o después de los meses de veda. Obviamente cuando coincide con la restricción no hay nadie pescando, pero cuando se reproducen antes o después del plazo, si hay gente en el agua, pescadores y malloneros, pero esto no impide que se reproduzcan los peces. Lo que desencadena la reproducción es la creciente del río, que no se da siempre igual, a veces se adelanta y otras se demora” explicó Sanchez.
Hay asociaciones de pescadores que sostienen que la forma de proteger la fauna ictícola, es evitando la pesca por 45 días consecutivos, sin embargo desde la ciencia sostienen que es momento de tener una metodología más integradora para todos los actores vinculados.
“Estábamos sosteniendo una veda que no tenía sentido, porque si bien está pensada para proteger la reproducción de los peces, ya está demostrado que no requieren que los protejan cuando se están reproduciendo. Al mismo tiempo la fecundidad es tan alta, que la cantidad de huevos que ponen, tiene una baja posibilidad de sobrevivir. Que haya una mayor o menor cantidad de juveniles, de un año a otro, no depende de la protección de los peces en su momento reproductivo, sino de cuando llega la creciente y cuánto dura. Partiendo de estos conocimiento, entendemos que se sostenía una veda que biológicamente no tenía mayor sentido”, insistió Sebastián Sánchez en diálogo con NEA RURAL
Desde Instituto de Ictiología del Nordeste entienden que la experiencia que comenzaron a aplicar desde 2011 tiene su principal resultado en lo social, ya que el turismo y el comercio vinculado a la pesca no se suspenden, por un periodo sino que tiene 2 días a las semana, donde no se puede realizar. De esta forma las familias que viven de actividades vinculadas al río tienen ingresos todo el año.
Sanchez defendió la veda extendida: “no decimos que la veda no sirve, sino que plantea que por 45 días no se maten peces, pero si los 320 restantes, lo que proponemos es que dos días a la semana no se puede pescar, eso hace que anualmente sean 104 días de protección, por eso llamamos veda extendida. Es una idea más integral y superadora, porque quienes viven del río no se quedan sin trabajo por un periodo”
El 1 de noviembre comienza la prueba piloto, que este año incluirá a Formosa y se aplicará por un año, para que luego las autoridades evalúen si extienden la experiencia.
Por Eliana Benay