Para el 2030, el objetivo es lograr una reducción del 30 por ciento. Para cumplirlo, se delimitaron tres ejes centrales, que son: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la mejora del uso de la tierra y el incremento de las prácticas de bienestar animal, según la Mesa Redonda Global para la Carne Vacuna Sostenible (GRSB
El nuevo objetivo tiene “el compromiso de avanzar y mejorar la cadena de valor, y reducir el impacto neto de la carne vacuna en el calentamiento global a nivel mundial“.
Desde la Mesa indicaron además que “la industria mundial de la carne vacuna tiene un papel clave que desempeñar para mitigar el cambio climático, y es a través de su red global de miembros, que se buscará reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la mejora del uso de la tierra y el incremento de las prácticas de bienestar animal“.
Captando carbono
Es importante resaltar que la ganadería nacional, así como la mundial, capta mucho de ese carbono que se emite, dado que los sistemas de pasturas permiten absorber carbono, haciendo que la huella sea mucho menor.
La misión de la GRSB es garantizar que la carne vacuna mantenga una cadena de suministro global sostenible y solidifique su papel como parte de un sistema alimentario sostenible.
“El mundo depende de la carne vacuna y la industria depende de un mundo saludable para producirla. Es por eso que hay un impulso creciente en la industria para proteger y nutrir los recursos naturales de la tierra, afirmó, Ruaraidh Petre, director ejecutivo de GRSB.
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