Un detalle, una historia. Entre todo lo que esta región económicamente ofrece se destacan, la industria agrícola, la industria ganadera, la industria forestal e industria eléctrica. Atractivos culturales y turísticos a la vuelta de cada esquina.

Por Aldo Puig
Gobernador Ingeniero Valentín Virasoro el pueblo que antes fue “Vuelta del Ombú”. Un 23 de septiembre del año 1926, el Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia de Corrientes, sancionan la Ley Nº 541, que en su Artículo 2º expresa: «Designase con el nombre de ‘Gobernador Ingeniero Valentín Virasoro’ al pueblo de ‘Vuelta del Ombú’, sobre la vía del F.C.N.E. Argentino, en el Departamento de Santo Tomé.
La ciudad de Virasoro, Corrientes, se asentó sobre las bases de la Estancia Vuelta del Ombú. Esta zona constituyó una importante ruta comercial entre paraguayos y brasileños, a quienes se les impedía el comercio por el Paraná.
Se consolidó como villa en 1910, con la inauguración de la Estación del Ferrocarril Nordeste Argentino, que cubría el servicio desde Monte Caseros a Posadas. Este emplazamiento produjo que nuevos pobladores fueran radicándose en el lugar lentamente. Es así que el pueblo adquiere el nombre de Gobernador Valentín Virasoro, el 23 de septiembre de 1926.
Recorriendo la pujante localidad llegué a la Plaza Libertad
Sorpresa agradable para los visitantes es comprobar que entre otros lugares destacados se encuentra la Plaza Libertad.
Aquí se encontraba la residencia de la hija de Don Víctor Navajas, dueño del establecimiento Villa Vuelta del Ombú.
Doña Concepción Navajas de Sánchez, fue quien plantó en 1921, el eucalipto que puede verse en la Plaza Libertad. Su dueña lo llamaba, eucalipto cedrón, por el perfume de sus hojas.
Pero la plaza Libertad tiene otro atractivo histórico, afectivo. Aquí se rinde homenaje a Andrés Guacurarí.
Justo reconocimiento al héroe y líder político, social y cultural de su tiempo, cuya verdadera historia no es difundida ni enseñada como corresponde.
Un mural con la técnica de esgrafiado en cemento, recuerdo a este patriota, indio guaraní, ahijado del General José Gervasio de Artigas, quien puso en marcha El Congreso de los “Pueblos Libres”. La idea más democrática y popular de esta parte del mundo”, según reconoce el historiador Felipe Pigna.
El Congreso de los “Pueblos Libres”
Entre otras grandes cosas posibilitaba la inclusión de todos los habitantes de la región sudamericana. En él participaron originarios, gauchos, europeos y hasta mestizos, y se propusieron construir un territorio en donde la esclavitud y la servidumbre no existiera, en donde cada pueblo fuera libre.
Compañero inseparable, el cura guerrero, Fray José Leonardo Acevedo. La ocasión es propicia y haciendo justicia, el recuerdo vale también para la otra figura destacada de la epopeya, el cura Fray José Leonardo Acevedo. Acompañó a Guacurarí sirviéndolo como capellán de sus tropas y secretario.
Andresito lo llamaba cariñosamente “compañero”. Y eran casi hermanos. Tal es así que cuando el ejército portugués tomó prisionero a Andrés Guacurarí y lo llevó a la cárcel de Río de Janeiro, el mismo cura pidió ser encerrado junto a su capitán.
Años después luego de ser liberados, cada uno tomó su propio camino. Andresito Guacurarí, (venado arisco, en guaraní), desapareció para siempre, en tanto que el cura retornó a Entre Ríos, donde se radicó.
Con la aparición en la escena política de Urquiza, el cura José Leonardo Acevedo, fue propuesto para ocupar el cargo de Obispo de Paraná. En 1858 fallece en Paraná, y con él toda historia escrita acerca de las hazañas del ejército de los pueblos libres.
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